Escuela de Alajuela
Sinem de Alajuela: único en su especie
En el cantón céntrico de Alajuela, el Sinem marca las vidas de los vecinos que perciben la institución como su casa.
“La gente ama el Sinem y por esa razón con los estudiantes es como perder un gato, porque no se quieren ir de ahí”, asegura su director, Gustavo Camacho, quien agrega que sueña con que la escuela llegue a crecer lo suficiente para conformar orquestas en los barrios urbano marginales.
Recientemente el programa en el corazón alajuelense nombró a tres profesores que estudiaban en la institución desde chiquitos, se graduaron de la universidad y fueron nombrados como profesores del Sinem. “Ellos dicen que el Sinem es parte importantísima de sus vidas y se sienten muy felices de trabajar con nosotros”, se alegra Camacho.
El Sinem es único en su especie en Costa Rica, y dentro del Sinem cada escuela también es única”, asevera.
La misión del Sinem es la cuestión social y la mística del equipo humano genera que la institución viva y exprese una cultura de apoyo y colaboración con los estudiantes. Así por ejemplo, se han buscado y otorgado becas FONABE para alumnos provenientes de familias en riesgo social.
“Los músicos que trabajamos en el Sinem somos los que nos metemos con el machete al charral”, señala con orgullo Camacho.
El Sinem más que importante es indispensable, pues como arrojó un estudio del 2014 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo internacional independiente de la Organización de las Naciones Unidas: por cada dólar que se invierte en prevención se ahorran 10 dólares en represión.