Marcelo y Andrés, ejemplos a seguir
Hoy les queremos compartir lo que ha sido para Marcelo González Campos y Andrés González Jiménez su paso por el SINEM Grecia.
Marcelo:
Por doce años, el SINEM fue mi segunda casa y uno de los pilares que forjó la persona que soy. Gracias a él desarrollé habilidades que muy probablemente no hubieran florecido en otro lugar: compromiso, disciplina, responsabilidad, tolerancia y trabajo en equipo. Este título representa la culminación de una etapa muy enriquecedora que nunca olvidaré y que me dejó amigos e innumerables aprendizajes. Además, es el éxito de una gran cantidad de personas; valoro muchísimo el apoyo de mis papás, los profesores, el personal administrativo y otros padres de familia.
Estoy convencido de que el SINEM puede cambiarles -como a mí- la vida a muchos niños y jóvenes. Animo a todos los estudiantes a continuar y realizar las pruebas; estas, gratifican sus esfuerzos y les abren muchas puertas. Dedicarle tiempo a la música nunca es un distractor; en cambio, es un habilitador de oportunidades. Siempre recordaré, que de emoción, lloré el día que me entregaron el instrumento que añoraba; tampoco, que de nostalgia, lloré el último día que toqué en el SINEM. ¡El cello seguirá siendo mi mejor amigo y el SINEM, la gran familia que es!
Andrés:
Han sido 13 años desde el 2008 que ingresé al SINEM, tenía 7 años pero aun recuerdo ese día que hicieron las pruebas de aptitud para ver qué instrumento podía tocar, yo quería flauta traversa pero estaba tan pequeño y me hacían falta algunos dientes, entonces no podía tocar porque podía soplar bien la flauta. Terminé como chelista y no es algo de lo que me arrepienta.
Con el paso del tiempo me fui dando cuenta que el Cello era mi instrumento y me enamoré de él, el tiempo pasó demasiado rápido y cuando veo para atrás son un montón de recuerdos bonitos y de decisiones que realmente me cambiaron la vida. Éste título es más que una hoja de papel, creo que son recuerdos, amigos que estuvieron desde el principio. En el instrumento todos eran mayores que yo, incluso me llamaban la mascota de los Cellos por ser tan pequeño. Estos amigos me dieron su ayuda, apoyo e inspiraron, profesores que ya no están y motivaban a seguir adelante, frustraciones, noches de estudio, recitales, risas, todo eso y más significa este título para mí, pero creo que es un nuevo comienzo, es el principio de un fin en el SINEM.
Voy a continuar estudiando música, en mi familia todos son músicos y cuando inicié en el SINEM me empezó a brotar más interés por la música hasta el punto donde forma parte de mi día día. A las futuras generaciones del SINEM les digo que se esfuercen, sean valientes y no tiren la toalla si llegan a sentir mucha presión. Cuándo uno se esfuerza y pone corazón, va a recoger lo que está sembrando, si ustedes se esfuerzan va a recibir su recompensa y no me refiero un título académico solamente, si no, amigos familia, experiencias inolvidables y lazos con la música que son indescriptibles.